Un nuevo estudio, las mujeres que tienden a controlar su alimentación permanentemente y se someten a dietas muy estrictas aumentan más de peso durante el embarazo que las que no cuidan tanto la alimentación, ya que tienden a pensar «ahora, embarazada, se puede comer libremente» o «estándo embarazada hay que comer por dos».
Siguiendo estos falsos mitos, muchas mujeres durante el embarazo dejan de lado la dieta sana y equilibrada, descuidando su alimentación y comiendo sin seguir las pautas que recomiendan los especialistas.
Es posible que las mujeres que habitualmente limitan su alimentación sean psicológicamente más vulnerables a aumentar de peso en exceso durante el embarazo, dado que son más propensas a considerar el embarazo como una oportunidad para abandonar esas limitaciones.
Múltiples estudios confirman que las mujeres embarazadas no deben aumentar la cantidad de calorías ingeridas durante el primer trimestre del embarazo, mientras que en el segundo y tercer trimestres necesitan 340 y 450 calorías más, respectivamente.
Pero la realidad es que apesar de que cada vez se sabe má sinformación sobre la repercusión negativa que tiene sobre la madre y el futuro bebé los malos hábitos alimenticios, cada vez más mujeres están aumentando más de los kilos recomendados en el embarazo.
Existe evidencia de que las mujeres que controlan excesivamente su alimentación y las que hacen dieta permanentemente aumentarían más de peso en la gestación.
Para investigar cómo las conductas alimentarias de una mujer antes del embarazo influyen en el aumento de peso durante esos nueve meses, el equipo controló a 1.223 embarazadas que participaban en un estudio sobre parto prematuro y desarrollo fetal.
Todas proporcionaron su peso antes del embarazo y respondieron cuestionarios de evaluación de conductas alimentarias restrictivas, oscilaciones del peso corporal y preocupación por la alimentación.
Las participantes aumentaron alrededor de un 52% más del peso recomendado; en un 63% de las mujeres, el aumento del peso era excesivamente alto.
El 32% de las mujeres con un peso por debajo del normal para su talla antes del embarazo, engordó excesivamente, lo que ocurrió también en el 63% de las participantes con peso normal antes del embarazo y en el 85 y el 74%, respectivamente, de las mujeres inicialmente con sobrepeso y obesidad.
Las mujeres «cíclicas», es decir que antes del embarazo habían aumentado y adelgazado 2,25 o más kilos en una semana por lo menos una vez, engordaron 2 kilos más que las «no cíclicas».
En todos los subgrupos según el peso previo al embarazo, excepto las mujeres con bajo peso para la talla, las que tenían conductas alimentarias restrictivas aumentaban más de peso que las que menos restringían su alimentación. Se observó el mismo patrón en mujeres que hacían dieta habitualmente.
Es posible que las mujeres que habitualmente limitan su alimentación sean psicológicamente más vulnerables a aumentar de peso en exceso durante el embarazo, dado que son más propensas a considerar el embarazo como una oportunidad para abandonar esas limitaciones.