Normalmente la báscula es el parámetro para valorar como va la alimentación de nuestro pequeño y por tanto, si llevamos bien la lactancia.
A veces, las madres nos obsesionamos un poco por el peso de nuestro bebé, lo cual es normal, pero para poder valorar correctamente el peso del nuestro bebé hay que tener un cuenta las peculiaridades que conlleva la lactancia.
Es normal que el bebé pierda hasta un 10% de su peso al nacer.
Todos los bebés pierden peso al nacer, es lo que se denomina pérdida fisiológica. El peso perdido lo suele recuperar en los primeros 7-10 días de vida. Es algo natural, que no debe alarmarnos y desde luego no se debe a que nuestra leche sea mala, ni que el bebé necesite algún suplemento de leche artificial.
Con el calastro el bebé está perfectamente alimentado en sus primeros días de vida, al igual que con la leche materna en el tiempo que le des el pecho. ya que le aporta una serie de defensas que lo protegerán eficazmente contra enfermedades e infecciónes, a la vez que le aporta todos los nutrientes para creer.
También es normal que a lo largo de la lactancia, en sus primeros meses de vida, el bebé suba o baje de percentil y cada vez engorde más lentamente.
Esto es totalmente normal. No debe preocuparte, le sucede a todos los bebés.
Lo malo en ocasiones es que la preocupación o la presión del entorno nos puede llevar a darle suplementos que el bebé no necesita.
Si el bebé no coge peso, revisa si está mamando correctamente.
Ante cualquier duda, déjate aconsejar por el médico.
El bebé no quiere mamar
Hay muchos factores que hacen que el bebé se ponga en huelga.
Desde la crisis de los 3 meses, pasando por diversos factores como un cambio de perfume en la madre, que esté enfermo, etc.