Empezamos viendo cómo decorar la habitación del bebé, pero a medida que el pequeño va creciendo tendremos que ir modificando su espacio en función de sus nuevas necesidades. A partir de los 3 o 4 años los niños empiezan a demandar un lugar en el que jugar. Además a partir de esta edad tendremos que empezar a hacerlos partícipes de la decoración de su cuarto para que vayan creando en él un lugar propio.
Podemos empezar por dejarle escoger el color de la habitación, la cama o algún adorno que les haga especial ilusión. Al hacerlos partícipes de las decisiones fomentaremos su autoestima, y contribuiremos a crear para ellos un espacio que puedan sentir como «su territorio».
Para que la habitación del niño sea más personal podemos decorarla enmarcando alguna de sus fotos, o algún dibujo especial que haya hecho, con los dibujos que más le gusten…etc.
Cómo decíamos al principio, en esta edad empiezan a demandar un sitio para jugar, tanto solos como acompañados de sus amigos, por lo que necesitarán bastante espacio. Lo mejor sería dejar bien despejada la zona de la ventana (donde hay mejor iluminación) o la parte central de la habitación.
En esta edad es indispensable tener una juguetera o una cajonera para guardar cómodamente todas sus cosas (Sobre esto os recomiendo que le echéis un vistazo a la serie TROFAST de Ikea, que es muy práctica. Picha AQUÍ para verla) Una mesa para pintar o una pizarra son complementos que seguro que les encantarán.
Pero además de los juegos, esta también será su área de trabajo así que tenemos que tener en cuenta que un poco más adelante tendremos que incluír en ella un espacio para el escritorio con cajonera y demás utensilios que le permitan tener a mano todo lo necesario para hacer los deberes.
En cuanto a los colores, a medida que el pequeño crece podemos ir ampliando la gama hacia colores más alegres e intensos como los azules o verdes. El papel pintado, sobre una base de colores lisos con alguna greca, o similar también es una buena opción.
Para la cama, lo mejor es que escojamos ya una cama grande, de tamaño estándar que pueda durarle muchos años, con un buen sommier de láminas y colchón de calidad. Mientras sea pequeño le colocaremos unas vallas de protección y más tarde solo tendremos que quitarlas para aprovechar la misma cama.
También necesitaremos un armario y una cómoda que puedan crecer con ellos, ya que cada vez necesitaremos más espacio para guardar sus cosas. Algún perchero o estante, resultará muy práctico para mantener el orden en la habitación.
Vía: decoralis.com