Debido a la subida de la leche, es probable que sientas que tus pechos están muy hinchados, y que te de la sensación de tenerlos doloridos. Lo mejor que puedes hacer en estos casos es aplicarte unos pañitos calientes, y sobre todo asegurarte de que tu sujetador es el adecuado. Tiene que recogerte bien el pecho, con tiras anchas y una copa que lo abarque en su totalidad.
Si sientes mucha presión dale el pecho a tu bebé y aliviarás el dolor.