Los bebés comienzan a ser sensibles a las expresiones emocionales negativas a partir de los seis meses, según se desprende de un estudio de la Academia de Investigación de la Universidad de Tampere (Finlandia), que demostró las diferentes reacciones en bebes que rondaban esa edad.
Esto demuestra que a los seis meses un importante cambio se produce en el desarrollo, en cuanto a las expresiones emocionales.
Los bebés de cinco meses o menos no diferencian entre una cara de miedo o una cara feliz, no existe ningún tipo de diferencia entre la capacidad de atención entre una y otra. Por el contrario, a partir de los seis meses, cuando ven una cara de miedo, le prestan más atención que a una cara feliz, explicó Mikko Peltola, investigador de la Universidad de Tampere. «Su nivel de atención, medido por EGG, es mayor cuando ven una cara temible que una feliz», apuntó Peltola.
Parece que a la edad de seis meses se producen importantes cambios en el desarrollo de los pequeños a la hora de captar su atención. A partir de los siete meses el miedo intenso les atrae sobremanera. Además, los lactantes dejan de prestar atención cuando ven una cara de miedo, algo que no pasa con caras neutrales o de felicidad.
«Nuestra interpretación de esto es que los mecanismos cerebrales que se especializan en la respuesta emocional, sobre todo los relacionados con el procesamiento de los estímulos amenazantes regulares, intensifican el tratamiento de las expresiones faciales a los siete meses», explicó Peltola, según información de la Academia de Ciencias de Finlandia.
Las emociones transmitidas por las expresiones faciales son una parte muy importante de la relación entre el bebé y los padres a partir del parto. Los científicos involucrados en el programa de investigación, financiado por el Programa de Neurociencia (NEURO), también están muy interesados en la relación entre los bebés y la madre. Otro de los puntos en los que se centran las investigaciones y los intereses de NEURO es en conocer como afectan los impactos en la percepción entre los lactantes.
Los resultados del proyecto serán útiles para arrojar nueva luz sobre las reacciones emocionales relacionadas con la percepcióon de los rostros humano y como se desarrollan. Por otra parte, servirá para aumentar la comprensión del desarrollo de las funciones perceptivas que son básicas para la interación social.