Si coges un resfriado en época de lactancia, no tienes por qué dejar de dar el pecho al bebé, ya que la única vía de contagio es a través del aire, por las vías respiratorias. Los virus no se propagan a través de la leche materna. Todo lo contrario, ya que la lactancia protege al bebé de las infecciones. Lo que debes cuidar es no acercar la boca al pequeño o estornudar cerca de él.
Si la infección es muy agresiva, para estar más tranquila, puedes taparte con una mascarilla, y seguir los consejos que te dábamos hace algún tiempo en el post «consejos para no contagiar a tu bebé el resfriado», ahí encontrarás todo tipo de precauciones que puedes tomar.