Chuparse el dedo es algo muy habitual en los bebés, y en muchos niños esa práctica se alarga hasta los 5 o 6 años. En este caso, pueden surgir problemas de salud, y la mayoría de los padres son muy conscientes. Así, todos hemos visto a algunos papás (o incluso a nosotros mismos) untando sabores amargos en el dedo de su hijo, riñéndole o amenazándole con vendarle el dedo. ¿Funcionan estos métodos disuatorios?
La succión no nutritiva es un hábito muy frecuente, que suele comenzar alrededor de los 3 meses, y que les produce a los bebés una sensación muy placentera de calma. La mayoría deja este hábito entre los 2 y los 4 años, pero si no lo hacen, pueden surgir complicaciones.
Los daños dependen de la frecuencia, la intensidad y la duración de cada episodio de chuparse el dedo, pero pueden provocar daños dentales, desplazamiento de los huesos de la mandíbula o deformaciones en la mano.
En principio, si el bebé tiene menos de un año, que se chupe el dedo no genera problemas, y entra dentro de la normalidad, pero a partir del año hay que tratar de evitarlo para que no se acotumbre y se enquiste como hábito.
¿Y cómo evitarlo?
Cuando aún es pequeño, entre los 1 y 3 años, lo más importante es distraerlo. Dale algo para tener en sus manos, como un muñequito. De la misma manera, trata de identificar la causa de su succión (igual tiene sueño, o está aburrido), para ponerle solución (llevarlo a dormir la siesta, jugar con él). Masajear las manos para relajarlo también puede ser eficaz. El chupete no es una solución definitiva, pues también causa problemas, pero puede ser un paso intermedio para que se deshabitúe del dedo.
A partir de los 4 años, el hecho de chupar el dedo es mucho más problemático, y además el niño ya está preparado para entenderlo. No le riñas, pues no conseguirás más que causarle tensión, pero explícale los problemas de chupar el dedo (que lo entienda no quiere decir que vaya a parar, pero puede entender por qué no debe hacerlo). Prueba a recompensarle cuando esté largos períodos de tiempo sin chupar el dedo, y también puedes poner una pequeña tirita o marca en el dedo que se chupe, para que recuerde que no debe hacerlo (en la mayoría de los casos ni es consciente cuando se chupa los dedos).
Además, trata de mantener limpias las manos del pequeño para evitar infecciones.
¿Cómo conseguiste que tu niño dejara de chuparse el dedo?