Si vas a pasar un día de playa con tu peque, te vendrá bien conocer unos cuantos trucos para apaliar el calor y evitar la deshidratación, sobre todo cuando los niños son muy pequeños. Como tentempié de media mañana o a la tarde, es ideal una pieza de fruta o un zumo. Ofrécele además agua mineral o zumos de fruta ya que son los líquidos más adecuados para quitarles la sed.
Hay que tener en cuenta que cuando sudan los niños menores de un año, pierden una cantidad de líquidos cuatro veces superior a la de los adultos. En consecuencia, el niño debe beber más a menudo, teniendo en cuenta sus exigencias específicas.
Si a tu niño le gusta la fruta, opta por un plátano, melocotón o albaricoque, en función de las preferencias de tu niño. Ten encuenta que la fruta es rica en agua y sales minerales por lo que le ayudará a restablecer el equilibrio hídrico del organismo. Y además el apote de azúcar contenido en el agua de la fruta, ayuda a afrontar el día con más energía.
En cambio, si le ofreces un zumo de fruta, lo más sensato es que escojas los envasados en botellas de vidrio, porque garantizan una óptima conservación incluso en altas temperaturas. Para los más peques conviene escoger zumos específicos para los primeros meses, preparados especialmente para cubrir sus exigencias particulares.