Si tu bebé toma biberón, hasta que tenga 4 o 5 meses es imprecindible esterilizarlo antes de cada toma, ya que su sistema inmune aún no está maduro y los restos de leche que quedan en el biberón son un caldo de cultivo ideal para muchos germenes.
Existen diferentes métodos de esterilización que nos ayudan a mantener el biberón a salvo de bacterias. ¿Quieres conocerlos?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que las tetinas del biberón deben cambiarse con frecuencia (más o menos cada 45 días).
También debes recordar lavar el biberón a conciencia, con el objeto de eliminar cualquier resto o suciedad que pudiera tener, para ello, puedes utilizar jabón neutro y agua corriente caliente. También es buena idea comprar en la farmacia un cepillo especial que te ayude a remover los residuos en los múltiples recovecos del biberón.
En cuanto a la esterilización en sí, la forma más tradicional es el agua hirviendo. Hierve agua en una olla al fuego, o en un recipiente en el microondas, y después introduce los biberones y déjalos cinco minutos.
Otro método es la esterilización en frío, para la que precisas pastillas o líquidos de venta en farmacias. Simplemente tienes que introducir los biberones en el recipiente que lleva ese líquido o pastillas en la proporción indicada. Normalmente debe dejarse ahí entre media hora y una hora.
También puedes comprar un esterilizador eléctrico al vapor, que cuesta unos 50 euros. Se trata de un método rápido y económico (puedes usar el mismo esterilizador para todos tus hijos). Su funcionamiento es sencillo, pones una pequeña cantidad de agua en su interior, lo cierras y en 10 minutos están esterilizados todos los productos. Al comprarlo, asegúrate de que caben biberones de diferentes marcas.
Otro producto útil son las bolsas de esterilización, muy cómodas pero que salen muy caras. Son unas bolsas que se meten al microondas con un poco de agua y en tres minutos están los biberones y las tetinas limpios.
Por último, existen biberones autoesterilizables. Tras lavarlo, sólo tienes que meterlo en el microondas y … ¡tachán! Queda esterilizado. Una opción muy muy práctica.
¿Cómo esterilizas tú el biberón de tu pequeño?