Esta semana se ha aprobado la puesta en marcha de una nueva prestación para ayudar a los padres que tienen hijos gravemente enfermos y que requieren largas estancias hospitalarias, con el objeto de que puedan reducir sus horas laborales sin ver sus ingresos disminuidos (en un momento en el que, en muchos casos, se enfrentan a mayores gastos).
Hasta este momento, los padres con hijos enfermos se veían forzados a solicitar una baja médica propia, normalmente alegando problemas psicológicos, o a dejar su trabajo (hasta el 30% de las personas con hijos gravemente enfermos recurre a esta» solución»). Es una buena medida, que facilitará las cosas a unos padres que ya tienen bastante con la enfermedad de su hijo.
¿Y cómo funciona este subsidio?
Se trata de una prestación que aparece recogida en la Ley de presupuestos generales de 2011 y que entrará en vigor a partir del uno de enero.
Esta ayuda familiar para padres de niños con enfermedades graves, como el cáncer, podrá pedirla sólo uno de los padres y siempre y cuando tenga que reducir su jornada laboral al menos en un 50% y los dos padres trabajen.
La ayuda compensará, así, desde el 50% de la jornada laboral y podrá llegar al 100% en los casos en los que sea necesario. Se percibirá mientras dure la enfermedad y el niño necesite cuidados permanentes y constantes, o hasta que el hijo cumpla 18 años.
Los requisitos para cobrar esta nueva prestación son estar afiliado a la seguridad social y haber cubierto el periodo de cotización mínimo requerido. En cuanto a la gestión y el pago, corresponderán a la Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales o a la entidad gestora con quien la empresa tenga concertada la cobertura de los riesgos profesionales.
