Por fin va saliendo el sol, las buenas temperaturas van llegando y ya nos van recordando la imagen de la playa, el solcito… Y el baño. ¿Cómo será el primer baño de nuestro bebé?. Los niños suelen tener un miedo innato al agua, pero podemos echar mano de algunos truquillos para que este contacto sea más agradable. Te contamos cómo.
Decíamos que los niños suelen tener cierto miedo innato al agua, por eso lo mejor sería que empezase por tomar contacto con ella en la piscina. Siempre acompañados por nosotros. El primer baño en el mar debería ser igual, siempre con el apoyo de papá o mamá. Si ya tomamos contacto con el agua de la piscina, nos resultará mucho más fácil.
Si el bebé no quiere meterse en el agua, no le obliguemos. Lo único que conseguiríamos de esta forma es que relacione el agua con una experiencia traumática, y sería mucho más difícil hacerle cambiar de opinión más tarde. En lugar de eso lo que podemos hacer es ir gradualmente. LLevarlo por la orilla, y poquito a poco ir metiéndonos en el agua, con el tiempo que nos lleve, incluso días, hasta que se vaya acostumbrando y le coja el gusto.
Y si aún así no quiere, no es necesario que se bañe, no corre prisa. Déjale que se vaya familiarizando con el nuevo terreno, que juegue, que vaya cogiendo confianza…
Pero si tu hijo es todo un aventurero, que pasa totalmente de cualquier miedo, lo que debemos hacer es explicarle que aunque no hay que tenerle miedo sí debemos tener mucho respeto por el mar, porque podría resultar peligroso.