Según una investigación, un bebé entre los 3 y 12 meses de vida puede reflejar mediante su expresión facial durante el llanto hasta seis emociones distintas: sorpresa, enfado, miedo, asco, tristeza y alegría, según el estudio «Comunicación Gestual y Prosódica del Bebé», llevado a cabo por el Instituto del Bebé Nuk y las Facultades de Psicología de las Universidades de Murcia, Valencia y la de Educación a Distancia.
Según dicha investigación, los adultos pueden distinguir el motivo por el que llora un bebé, y para facilitar la comunicación, los expertos han elaborado una guía (todavía no publicada), donde describen las expresiones faciales y vocales de los bebés, independientemente del sexo o de los rasgos personales de cada uno de ellos.
«Es un protocolo de registro que describe las reacciones del bebé ante diferentes emociones», ha explicado Mariano Chóliz, profesor de la Universidad de Valencia y uno de los autores del estudio.
Este profesor cree que a muy largo plazo será posible que los profesionales de la salud identifiquen algunas patologías que sufren los bebés a través de sus características gestuales y vocales durante el llanto.
Ahora mismo, saber identificar las motivaciones del llanto sirve para que padres, madres y cuidadores les ayuden en su desarrollo emocional, potenciando sentimientos y capacidades positivas en detrimento de las negativas.
«Con los niños de más de seis meses, por ejemplo, los padres y los cuidadores deben tener especial cuidado de no atender al llanto más allá de lo estrictamente necesario», ha afirmado Henrique García Fernández-Abascal, catedrático de la UNED. De lo contrario, pueden potenciar el llanto (y así el sufrimiento), puesto que el niño cree que por medio del lloro consigue cosas, manipula, y tarda en madurar.
«Muy tempranamente las emociones son moldeadas por el aprendizaje; las nuevas emociones se crean en torno a las que ya tenemos y por lo tanto hay que saber educarlas y desarrollar sobre todo las positivas», ha añadido.