El sol se puede tomar en cualquier etapa de la vida, incluido el embarazo, siempre que sea con moderación y durante poco tiempo. Las mujeres embarazadas deben extremar las precauciones porque una exposición solar prolongada puede ser perjudicial para ellas y además para el futuro bebé, ya que puede causarle efectos secundarios, como por ejemplo aumento de la temperatura o pérdida de líquidos.
Precauciones para tomar el sol durante el embarazo:
- Tomar el sol por la mañana temprano o tarde, evitando las horas centrales del día (de 12 a 4)
- No estar mucho tiempo seguido al sol, lo ideal sería en períodos menores de 30 minutos
- Cuidar la piel con cremas de alto índice de protección (aplicar 30 minutos antes de exponerse al sol y repetir la aplicación con frecuencia, siguiendo las indicaciones de uso de la crema)
- Mantener una buena hidratación, bebiendo agua