¿Quién no le ha dado alguna vez una almendra, una castaña o un pistacho a un niño animándole a probarlo? Ahora, recién estrenado el otoño, pronto llegará el magosto y es probable que queramos compartirlo con los más pequeños. ¡Craso error!
Esta semana he aprendido que los frutos secos pueden ser malos para los niños (y me he sentido MUY culpable). No me refiero sólo a los bebés, hasta alrededor de los 6 años no tenemos capacidad para triturar correctamente estos alimentos.
Es cierto que muchos conocemos a niños menores de 5 años que toman frutos secos sin problemas, pero eso no quita que quizá estemos tentando a la suerte sin que sea necesario.
Las muelas de un niño pequeño no están preparadas para triturar productos tan duros, por eso, a veces son aspirados por el pulmón, pasando a las vías respiratorias (y no a las digestivas, que es a dónde debería). Una vez en el pulmón, puede causar asfixia, una obstrucción o una infección.
Una publicación de médicos españoles recoge que solo en el hospital Miguel Servet de Zaragoza se han recogido 306 casos de asfixia por aspiración de frutos secos, de los que un paciente falleció.
Aunque no es un problema frecuente, su gravedad es razón suficiente para dejar de ofrecer frutos secos a los más pequeños. Y si ves a alguien dándole nueces a un niño, infórmale de que puede ser contraproducente.
¿Sabías que los frutos secos pueden ser peligrosos para los niños pequeños?
Vía: El Mundo