Sabes que debes dejar de fumar por el bien de tu niño, pero te resulta realmente difícil reunir las fuerzas necesarias para conseguirlo. Hay soluciones. Pide ayuda.
Si no tienes la fuerza de voluntad necesaria para dejar los cigarrillos tú sola, acude a tu ginecólogo, a un centro especializado o a tu médico de confianza. Es probable que estos profesionales te ayuden no sólo a concienciarte, si no a poner los medios necesarios para lograrlo.
También puedes acudir a cursos de apoyo psicológico para fumadores. Allí te enseñarán cómo evitar aquellas situaciones en las que las probabilidades de sacar un cigarrillo aumentan, como por ejemplo evitar la compañía de fumadores o frecuentar locales en los que se pueda fumar…etc.
Pide a tu pareja amigos y familiares que colaboren con tu causa. Necesitarás apoyo, comprensión, y sobre todo que eviten aquellas situaciones en las que «necesitas» un pitillo.