Resulta obvio decir que en el verano debemos tener especial cuidado con las altas temperaturas a las que están expuestos nuestros pequeños, porque el calor y el sudor pueden molestarles mucho e inquietarles. Y esto también hay que tenerlo en cuenta a la hora de salir a pasear.
Durante las vacaciones de verano, cuando queramos salir a pasear con nuestro bebé, debemos evitar siempre las horas de mayor radiación solar (que tiene su punto álgido al medio día).
Lo mejor es salir con el bebé a primera hora de la mañana o a última de la tarde.
De todas formas, y ya que todas las precauciones son pocas cuando se trata de la salud de nuestros pequeños, lo mejor es que le pongas siempre una protección solar alta.