Ahora que comienza el otoño, catarros y gripes empiezan a hacer acto de presencia, y con ellos algunos de sus molestos síntomas, como la tos.
Estando embarazada los resfríados son muy comunes, porque tu sistema inmunológico está un poquito más débil, pero es probable que si normalmente usas medicamentos para combatir estos síntomas, ahora no sepas bien qué hacer.
En caso de fiebre debes acudir al médico, y hacer el tratamiento que él te indique, pero si la tos simplemente acompaña a un catarro leve no debes tomar medicamentos por tu cuenta y riesgo.
¿Quieres saber qué remedios caseros pueden ayudarte a sentirte mejor?
A priori, y antes de que la tos aparezca, una buena alimentación rica en vitaminas puede prevenir su aparición. Incluye en tu dieta muchas frutas y verduras. Además, descansar bien y evitar el estrés también te ayudarán a mantener tu salud 100%.
Si la tos ya ha aparecido recuerda que muchos medicamentos que se venden sin receta no han sido probados para uso en embarazadas, así que es mejor evitarlos o consultar a tu médico. Aunque una dosis de paracetamol se considera inocuo, hay que evitar la aspirina, el ibuprofeno y la codeína.
Lo que sí puedes tomar sin riesgo son las pastillas para la tos tipo caramelos, que te ayudarán a suavizar la garganta. Otro remedio efectivo y seguro es hacer friegas con Vick (emulsión descongestiva) por pecho y garganta, te aliviará al instante.
Otros remedios caseros son los siguientes:
- Prepara una bebida con agua caliente, miel y limón (es mejor el agua que la leche, ya que esta última aumenta la mucosidad).
- El té de manzanilla también resulta útil.
- Haz gárgaras con agua salada.
- Si a la tos le acompaña congestión nasal, prueba con inhalaciones de vapor.
- La sopa de pollo tiene propiedades antiinflamatorias, por lo que resulta otra buena idea.
¿Conoces otros trucos que te resulten útiles para combatir la tos?
