La Sociedad Asturiana de Patología Respiratoria (Asturpar) advierte que el consumo de tabaco durante el embarazo incrementa un 37% el riesgo de que el bebé pueda sufrir asma. El tabaquismo y los efectos del humo del tabaco en fumadores activos y en fumadores pasivos es uno de los principales problemas de salud pública en la actualidad. Estudios científicos pruebas, que el tabaquismo de los padres influye directamente en la salud respiratoria de los hijos y predispone al asma infantil, que cuando se produce es de mayor gravedad.
Además el tabaquismo materno tiene mayor influencia que el paterno en el asma infantil lo que indicaría la importancia del efecto postnatal. Fumar durante el embarazo aumenta un 37% las posibilidades de que el niño sea asmático.
Por ello, la Sociedad Asturiana de Patología Respiratoria alertó sobre la progresiva incorporación de los adolescentes, sobre todo las mujeres, al consumo de tabaco.
Según los datos facilitados por Asturpar, el 95% de los asmáticos llevan una vida normal cuando realizan un tratamiento adecuado sin embargo solo uno de cada tres pacientes con asma tiene controlada su enfermedad según datos recogidos de la Sociedad Española de Patología Respiratoria (SEPAR).
En España el asma afecta entre el 5 y el 8% de la población adulta y entre el 8 y el 12% de los niños. En Asturias según datos de Pediatría de atención primaria, la prevalencia se sitúa en el 11.5% lo que sitúa al asma como primer problema de salud infantil de la región.
La Sociedad advierte de que un mal diagnóstico y un tratamiento inadecuado son los factores más importantes que influyen en su morbimortalidad. Hasta la edad de 12-13 años la prevalencia es mayor en niños que en niñas, aunque al llegar la adolescencia incide por igual en ambos sexos y a partir de los 20 años afecta mas a mujeres, expresándose en ellas con mayor gravedad, lo que se demuestra por mayor número de síntomas, mayores necesidades de medicación y peor calidad de vida.