El fin de las vacaciones y el comienzo del cole exigen un corto pero imprescindible período de adaptación. Es cierto que muchos niños vuelven al cole con ganas, aburridos ya de tanto tiempo libre, pero el síndrome postvacacional no es exclusivo de los mayores y los niños ven cómo terminan abruptamente sus días de libertad para tener que someterse de nuevo a rígidos horarios.
El otro día hablamos de cómo preparar a los niños para su primer día de cole, pero aunque sólo empiecen curso, conviene también seguir una serie de consejos que hagan más agradable la vuelta a las clases.
- Evita hacer comentarios desagradables sobre el fin del verano. Si tu vives la llegada del otoño como algo casi traumático es posible que se lo transmitas a tus hijos. Prohíbete afirmaciones del tipo «no quiero volver al trabajo».
- Si todavía estáis de vacaciones, intenta no volver a casa justo el día anterior a que comiencen las clases, o acabaréis todos con estrés encima. Conviene que el niño pase al menos dos o tres días en casa para que el cambio sea menos brusco.
- Escucha sus impresiones respecto al nuevo curso y trata de resolver sus inquietudes. Recuérdale los aspectos positivos de volver al cole (ver a sus amigos, hacer excursiones, aprender cosas…).
- Antes de comenzar el curso, y con suficiente tiempo para evitar nervios, id juntos a por el material escolar: libros, libretas, mochila, etc. Déjale participar en la elección.
- Vuelve a las rutinas del horario escolar: que se acueste, se levante y coma más o menos a la misma hora. Los primeros días le costará dormirse, pero poco a poco se irá acostumbrando. Evita distracciones a la hora de irse a la cama, puedes bañarlo para ayudarlo a relajarse.
- Recordad actividades escolares: lo ideal es que en verano haya continuado con sus hábitos lectores, pero si no es así, conviene que estos días lo haga. También es recomendable ojear los primeros temas de los libros de texto.
¿Cómo preparas tú la vuelta al cole?
