El yoga es uno de los deportes más aconsejados para mujeres embarazadas, ya que resulta muy beneficioso para el cuerpo de la mamá y no exige esfuerzos bruscos. Ya habíamos hablado de la importancia de seguir haciendo ejercicio durante los nueves meses de gestación. Hoy te voy a dar unas cuantas razones para decantarte por la práctica del yoga.
Antes de nada, debes saber que no hay un yoga diferente para el embarazo. Lo que sí hay es una adaptación de las asanas (o posturas) y de la respiración a las necesidades de las futuras madres. Por eso cada vez hay más clases específicas de yoga para embarazadas. Pero, por supuesto, puedes seguir con tus clases de siempre. Aunque conviene que sigas ciertas recomendaciones:
- No flexiones ni estires más allá de tus posibilidades. No es el momento de forzar.
- Acorta la duración de cada posición, para evitar fatigarte.
- No flexiones presionando al feto, mantén siempre la espina dorsal bien estirada.
- Evita las posiciones recostada boca abajo por mucho tiempo, ya que así se disminuye el flujo sanguíneo hacia el útero y no se recomienda.
- Evita los movimientos que elongan los músculos abdominales.
Dicho esto, creo que ha llegado el momento de explicar los beneficios de practicar yoga durante el embarazo. Mira qué larga es la lista:
- Proporciona y conserva la elasticidad al cuerpo
- Mantiene la agilidad muscular
- Aumenta las posibilidades de un parto natural y una rápida recuperación
- Relaja la mente y la mantiene tranquila y equilibrada
- Ayuda y controla la respiración y la circulación
- Evita la ansiedad
- Refuerza la postura
- Fortalece la columna
- Ayuda a solucionar problemas como la hinchazón de pies y piernas, dolores de espalda, etc.
- Hace con que la mujer se sienta más segura
- Mejora el humor
- Ayuda a que la mujer tenga mejor digestión
- Favorece al sueño
- Quita el estrés y ameniza el cansancio
¿Motivada para practicar este tipo de ejercicios?
Vía: Yogakai y Guía Infantil