Ya ha comenzado el cuarto mes de embarazo y empiezan a desaparecer muchas de las molestias que sentías: estás pletórica. Mientras tanto, el feto no para de crecer.
¿Quieres saber qué pasa exactamente en tu cuerpo y en el de tu pequeño?
Cambios en el bebé
En este momento el bebé mide alrededor de 12 cm, y aunque su longitud no es muy diferente a la de la semana anterior, su cuerpo comienza a ser más grande que su cabeza, y los brazos y piernas son más largos y definidos. Puede llegar a alcanzar más de 80 gr de peso.
El feto empieza a moverse y es sensible al tacto. También es probable que perciba los cambios de luz.
Puede empezar a desarrollar el reflejo de prensión, que le lleva a agarrarse a manos, piernas o cordón umbilical.
Si estás esperando una niña, este es el momento en el que se están formando en sus ovarios todos sus óvulos.
Cambios en tu cuerpo
Las hormonas empiezan a moderarse un poco, por lo que es posible que te sientas mucho más relajada y que desaparezcan algunas de las molestias típicas de estos meses, como las naúseas o el ardor.
Tu útero no para de crecer, y su fondo se encuentra ya a la altura del ombligo, por lo que puede que ejerza presión contra el diafrágma y sientas que te cuesta respirar. La sensación de falta de aire es muy común, y aunque para ti es molesta, no es peligrosa ni para ti ni para el feto.
Puede que hayas notado ya las famosas pataditas aunque también es muy normal tener que esperar un par de semanas más. El feto está rodeado aún de mucho líquido, lo que hace más difícil percibir sus movimientos, pero si no es la primera vez que estás embarazada te será fácil discernir esa «caricia en el abdomen» que provocan los movimientos de tu hijo.
¿Qué puedes hacer por tu bebé?
Tu médico te indicará las pruebas que debes hacerte en cada momento de la gestación y es probable que esta semana te recomiende el examen triple (un análisis de sangre que busca diferentes sustancias que puedan denotar problemas), y en algunos casos, también la amniocentesis.
Con la desaparición de algunas molestias es probable que empieces a dormir mejor (aprovecha, durante el tercer trimestre eso será más complicado). Lo ideal es que te acostumbres a dormir de lado (mejor sobre el izquierdo), ya que así aumenta el riego sanguíneo y eso repercute positivamente en tu salud.
Además, notarás como te vuelve el hambre, probablemente, con más impetú que nunca. Aunque debes alimentarte bien, no es necesario que comas «por dos». Pregúntale a tu médico qué y cuánto debes comer.
¿Cómo te sentías tú durante la semana 16 de embarazo?