Durante la lactancia es fácil que si tu bebé nunca está satisfecho y no engorde como tú quieres, te alarmes y te plantees que tu leche no es suficiente, o que es de poca calidad, lo que te lleve a pensar en recurrir a los suplementos de leche de fórmula. Sin embargo, esta solución es un error común por eso te presento estos consejos para evitar los suplementos y vivir con serenidad este momento.
A menos que tu médico te recomiende lo contrario, los suplementos de leche no son necesarios, lo que hay que hacer es favorecer el natural proceso de lactancia, y no alarmarte con ciertos comportamientos del bebé, que prodrían hacerte sospechar, equivocadamente que la leche materna no es suficiente. El más alarmante es el llanto, recuerda que el bebé no llora sólo porque tiene hambre. Tampoco debes alarmarte si el peque no engorda como esperabas, siempre que esté dentro de lo normal, durante los tres primeros meses de vida se engorda unos 500 gramos al mes, mientras que de los 4 meses al año, 300 gramos.
Para asegurarte de que tu leche es suficiente, recuerda cuáles son las curvas de crecimiento normales, no te pases el día pesando al bebé (con una vez a la semana llega) y controla el número de pipís que el bebé hace al día. Si tu bebé moja el pañal al menos 6 veces a lo largo de 24 horas, significa que está bien alimentado.
Consejos para favorecer la lactancia:
- Ofrécele tomas frecuentes y cercanas, dando el pecho a demanda: cuanto más succione tu hijo, más trabaja el pecho y más se incrementa la producción de leche. La producción de leche se estimula con la succión, recuerda. El intervalo ideal, entre toma y toma, es de tres horas y media, o bien cuatro horas.
- Respeta los mismos intervalos durante la noche.
- Cuando el epqueño duerma, aprovecha tú también para descansar. El reposo y la tranquilidad es el mejor tratamiento para incrementar la producción de prolactina, y por tanto de la leche, ya que es la hormona que regula la producción de la leche.
- Bebe agua, zumos y otras bebidas que te gusten. Los líquidos son la principal materia que tu organismo utiliza para producir leche.
