Los cólicos se manifiestan durante los tres primeros meses de vida del bebé con crisis dolorosas acompañadas de llanto inconsolable. Las crisis aparecen en las últimas horas durante la tarde o durante la noche, puede durar de 30 minutos a una hora, y no están acompañdadas de vómito, regurgutaciones e hipo.
Las causas de los cólicos no se conocen, se suelen llamar gaseoseos porque se cree que pueden deberse a la presencia de aire que dilata el intestino, sin embargo, se sabe que quienes más sufren son los niños que tienen un temperamento nervioso. En este caso, su origen podría deberse a la tensión acumulada durante el día.
A menudo el bebé encuentra alivio si la mamá o el papá lo apoya sobre sus rodillas con la barriga boca abajo, o bien, en posición vertical con la espalda del niño apoyada en su hombro, de modo que la mamá o el papá pueda ejercer con la mano una ligera presión sobre su barrifa.
En caso de crisis muy prolongadas, el pediatra puede indicar el uso de fármacos espasmolíticos o absorbentes del aire, que puede estar retenido en su barriguita. En cualquier caso, el uso de fármacos debe estar controlado por el médico y debe limitarse a breves períodos de tiempo.