El cobre es un mineral esencial para la salud de cualquier persona. Garantiza el normal funcionamiento del cerebro, del sistema nervioso y del sistema cardiovascular. Se encarga de transportar hierro, ayuda al crecimiento de los huesos y fortalece el sistema inmunitario. Pero durante el embarazo tiene una importancia muy relevante para la salud de tu bebé.
El consumo adecuado de cobre es fundamental durante el embarazo, porque ayuda a reducir la probabilidad de que se produzcan malformaciones congénitas en el feto y posibles complicaciones durante el parto.
La dosis recomendada es de 2 mg. diarios. Con una dieta saludable y equilibrada obtienes la cantidad de cobre requerida por el organismo, por lo que no es necesario ningún suplemento. De todas formas si tu dieta no es variada, la ingesta de un suplemento multivitamínico prenatal contiene una cantidad adecuada.
El cobre afecta también al metabolismo del colesterol, los adultos sanos con una dieta baja en cobre incrementan sus niveles de colesterol malo, el llamado LDL, y reducen los niveles del colesterol bueno, el HDL. Así si tomas el cobre necesario ayudas a bajar el nivel del colesterol malo, y subes el bueno.
Los alimentos más ricos en cobre son el marisco, en particular, moluscos, ostras y cangrejos, y además en el hígado, los cereales, las nueces, las uvas, las legumbres y el chocolate. El cobre también se encuentra en las patatas, guisantes, carne roja, champiñones y algunas frutas.