Al igual que se dice del embarazo, la lactancia no es ninguna enfermedad, por lo que no exige grandes cambios en los hábitos de vida. Si das pecho a tu bebé deberás alimentarte de forma sana y equilibrada pero este consejo es plicable a cualquier etapa de tu vida. Tampoco tienes que comer por dos, aunque es normal tener más hambre por la energía que tu organismo consume al fabricar leche.
A menudo se aconseja beber mucha leche y agua durante la lactancia, pero la producción de leche no depende de los líquidos que se tomen. Bebe según tus necesidades y tu sed.
No hay inconveniente en hacer dieta durante la lactancia, siempre que sea controlada y que al menos aporte 1.800 calorías al día.
Una de las ideas falsas más generalizadas es que la cantidad y la calidad de la leche depende de lo que coma la madre. La dieta tiene muy poca influencia sobre la composición de la leche materna, que es buena y de calidad por sí misma. Además, el estímulo principal para fabricar leche es la correcta succión del bebé, por eso la producción de leche no depende de la alimentación, como se suele creer, por tomar más almendras, sardinas o comino no aumentarás la producción de leche, es falso.
Te vas a sorprender pero dando pecho pueder tomar la matoría de medicamentos sin ningún riesgo para el bebé. En la web www.e-lactancia.org encontrarás datos totalmente fiables sobre la compatibilidad de cada fármaco con la lactancia.