Ya hemos hablado en otras ocasiones de las consecuencias que tiene el estrés para el futuro bebé, pero ahora ha aparecido una nueva razón para buscar la calma durante estos meses: un estudio ha establecido una relación entre el estrés de las madres y la probabibilidad de que los niños desarrollen asma en el futuro.
La Escuela de Medicina de Harvard, junto con el hospital Brighton, han publicado una investigación que concluye que el estrés psicológico participa en la programación de la respuesta del sistema inmune de los bebés y que esta influencia comienza durante el embarazo.
El asma es más habitual entre las minorías étnicas y las comunidades más desfavorecidas de las ciudades, pero la disparidad no se puede explicar atendiendo sólo a factores físicos. Indudablemente, estas comunidades sufren un mayor estrés, y, de acuerdo con este estudio, ese podría ser un aspecto determinante. Los científicos también adviertieron un riesgo mayor entre los hijos de mujeres urbanas, especialmente entre aquellos con algún progenitor con antecedentes de alergías o asma.
La investigación se realizó analizando los marcadores inmunes en cordones umbilicales de bebés nacidos de madres con diferentes niveles de estrés. Para ello se tomó una muestra de sangre y se estimularon células inmunes aisladas con diferentes alergénos y estimulantes virales para ver cual era la respuesta de los pequeños.
La investigación continuará durante el crecimiento de los bebés, para determinar en qué medida los niveles de estrés maternal influyen en el desarrollo efectivo del asma.
Vía: Europa Press