Si tu embarazo es normal y no presenta ningún tipo de complicación, y tu trabajo se desarrolla en un entorno seguro no habría ningún problema en trabajar hasta el mismo día del parto o pocos días antes.
Lo que tienes que hacer es tomar algunas precauciones como no hacer esfuerzos excesivos, llevar una dieta equilibrada, caminar de vez en cuando y evitar los lugares contaminados. Si sigues estas pautas, y no te surge ninguna complicación inesperada no hay razón por la que debas dejar el trabajo si te encuentras a gusto. Lo que sí es probable es que hacia el final del embarazo te canses mucho más, como es normal.
De todas formas tampoco te fuerces a seguir trabajando hasta el último minuto: si te puedes permitir pedir la baja por maternidad una semana o dos antes del parto, puedes aprovecharlo para descansar, prepararte para lo que viene, y relajarte.