Los bebés se resfrían con mucha frecuencia, y es habitual que tengan mocos. El problema es que ellos no saben como sonarse y no pueden aliviar la situación.
Con la nariz tapada no pueden respirar bien, ni comer, ni mucho menos dormir. ¿Resultado? El niño está incómodo y no para de llorar, mientras nosotros nos preguntamos cómo vamos a arreglar la situación.
Los mocos, aunque molestos, son un importante mecanismo de defensa del organismo del bebé. Como su sistema inmune es aún inmaduro, el bebé coge fácilmente catarros (especialmente si va a la guardería o tiene hermanos en casa). Así que verse en la situación de tener que sacarle los mocos y no saber bien cómo, es habitual.
Para sacarle los mocos, hay diferentes alternativas, aunque cada bebé tiene sus preferencias, y no todas funcionan bien con todo el mundo:
1. El suero fisiológico
Cuando los mocos se quedan en la nariz es muy útil aplicar suero en el interior, ya que los mocos se disuelven y caen por sí solos. Al constar tan solo de agua marina no tienen ningún tipo de contraindicación.
Los hay de diferentes tipos. Consiste en un tubo que se mete en la nariz del bebé, mientras del otro lado se aspira con la boca, o hay una pera de la que se puede presionar, y así se aspiran los mocos del bebé. Se suele preferir el primero para poder regular la intensidad de la aspiración, y que esta sea menos agresiva.
Aunque hay pediatras que sostienen que los sacamocos pueden irritar la nariz del bebé, en general es muy recomendado. El alivio para los bebés es instantáneo.
3. El aspirador eléctrico
El mecanismo es similar al de los sacamocos manuales, con la ventaja de que es más higiénico y dificulta el contagio a los padres. Busca uno en el que puedas regular la potencia de la aspiración. Los hay con diferentes musiquitas para tranquilizar al niño. Pero el desembolso económico es considerable: cuesta unos 50 euros.
Además, es muy importante que mantengas hidratado al bebé, para que no se le sequen los mocos, lo que hace más complicado su tránsito. Dále de beber con frecuencia y coloca un vaporizador en el baño, ya que incrementará la humedad en el aire y puede ayudar a aliviar una garganta seca y a que circulen los mocos. Ante la falta de vaporizadores podemos recurrir a la bañera, abriendo el agua caliente con el tapón cerrado hasta crear ese vapor.
Colocar un humidificador en su cuarto también hará que el ambiente tenga la humedad adecuada, de modo que el aire de su cuarto no estará viciado y aliviará su garganta, ya que una humedad adecuada ayuda a curar y prevenir infecciones respiratorias.
¿Cómo le suenas los mocos a tu bebé?