Aprovecha situaciones cotidianas y necesarias en la vida de tu bebé para hacerle reir: el baño, la comida…usa objetos comunes para jugar y haz que su pequeño mundo esté lleno de buenos momentos donde la risa esté presente a menudo.
Es mucho más sencillo de lo que crees y lograrás que tu bebé tenga una mejor actitud ante cualquier situación, con lo que a ti te hará la vida más fácil. La clave está en la risa y a partir de los seis meses verás que tu bebé se rie de verdad!
- El agua de la bañera ofrecerá un montón de diversión para tu bebé. Los juguetes flotan, la espuma se moldea y la textura del agua es diferente para él será un mundo por explorar!
- Sonidos de animales y cancioncillas divertidas cargadas de gestualidad harán reir a tu bebé e intentar imitarte al mismo tiempo, con lo que trabajará sus cuerdas vocales y su imaginación.
- Ayúdale a crear melodías con objetos que se chocan, sonidos de su cuerpo…sobre todo intenta que hable, que los sonidos salgan de su garganta y para eso empieza tu inventando algo sencillo y espera a que él intente imitarte. Lo hará, puesdes estar segur@.
- Juega con el tacto de las manos y el cuerpo del bebé. Haz círculos con tu índice sobre la palma de una de sus manos mientras cantas alguna canción infantil y antes de acabar abalánzate sobre su barriga y hazle cosquillas. Se reirá a carcajadas porque no se lo espera; su concentración visual y táctil está en la mano y las cosquillas son algo inesperado y muy sensitivo: una explosión!
- Esconde objetos y hazlos aparecer de nuevo. Coge sus juguetes favoritos y hazlos desparecer unos segundos. El bebé no entenderá qué ocurre, buscará con la vista e incluso se sentirá triste por la desaparición. En cuanto los vea de nuevo la felicidad será máxima. Esta es una experiencia importante para que el bebé se enfrente a la separación.