La natación es un deporte muy completo y como tal implica una buena cantidad de beneficios para cualquier persona, por muy pequeñita que sea. Así, es aconsejable que lleves a tu bebé a la piscina y sí, lo puedes hacer casi desde el principio; está aconsejado hacerlo antes de los 7 meses!
La natación para bebés no es tal ya que no será hasta los 4 o 5 años cuando el niño tenga las características físicas necesarias para moverse en el agua agilmente y podamos considerar pues que realiza movimiento de natación.
Antes, serán ejercicios que refuerzan la confianza entre el bebé y sus progenitores, el conocimiento del medio acuático, el desarrollo mental del niño, el fortalecimieinto de ciertas aptitudes innatas y por supuesto la recreación que suponen los juegos en el agua.
Comos veis los beneficios son muchos, pero todavía sigue siendo una actividad que muchos papás no se atreven o ni siquiera se plantean llevar a cabo. Sin embargo, cabe decir que no es una actividad peligrosa si se toman las medidas y las precauciones necesarias.
Los recién nacidos, aunque parecen frágiles y sin recursos, están dotados de una buena cantidad de reflejos que les permiten adaptarse al medio en el que se mueven. Así, si los introducimos en el medio acuático bien pronto sus reflejos innatos se desarrollarán en mayor medida que si nos limitamos a la silla, la cuna o el colo, algo que supondría reducir sus capacidades físicas e intelectuales.
El único problema que surge a la hora de llevar a un recién nacido a la piscina es la temperatura. De hecho, no se debe llevar al bebé a natación hasta los 3 o 4 meses, cuando su cuerpo pueda medir mejor la temperatura y adaptarse a los cambios.
Y es que, al principio en casa tendrás que bañar a tu bebé a una temperatura mayor a 32 grados (temperatura del agua de la piscina) y si quieres llevar a tu hijo a la piscina tendrás que acostumbrarlo primero en casa a los 32 grados del agua de su bañera.
Hazlo poco a poco, de forma paulatina, cuando al menos ya haya cumplido los tres meses y unas semanas antes de llevarlo a la piscina empieza a descender la temperatura de su bañera. Para acostumbrarlo al tacto de tu cuerpo en el agua también puedes optar a bañar a tu bebé contigo en tu bañera, siempre mirándolo a la cara para reforzar la confianza y asegurándote de que no hay resbalón posible.
Si acostumbras a tu bebé a los 32 grados del agua podrás llevar a tu hijo a la piscina desde los 3 meses, aunque hay centros deportivos que no admiten niños hasta que cumplan 6 meses, normalmente por problemas con la temperatura de sus instalaciones.
Puedes empezar a llevar a tu bebé a la piscina cuando realmente te sientas segura/o, pero debes saber que a partir de los 8 o 9 meses el bebé perderá una serie de reflejos innatos que podrían haber sido conservados y reforzados con la natación.
Vía: I-natación