La piel del bebé es más fina y frágil que la del adulto por lo que resulta menos resistente y más permeable. Hasta los 3 años en que madura, tiene un film hidrolípico débil, un ph neutro (cercano al 7) que se va haciendo poco a poco ácido y es muy sensible a las agresiones alcalinas como el sudor, la orina o el jabón.
La mayoría de los bebés tienen la piel seca y fácilmente irritable, lo que les produce rojeces, descamaciones y picores si no se utilizan los productos adecuados.
Los bebés tienen la piel seca porque no segregan suficiente grasa, es por eso, que debemos hidratarla a diario. La piel de los bebés, es delgada y frágil y por este motivo pueden sufrir irritaciones, ya sea por un exceso de humedad o sequedad, cuidar la piel de tu bebé es muy importante.