Los zumos no son malos para tu bébé, pero tampoco creas que dándole de beber un zumo ya no tienes que darle fruta, ya que aunque proviene de ella no es igual de nutritivo y además tiene más azúcares, con lo que si hay que elegir, simepre fruta.
Déjate aconsejar por tu pediatra y que sea él o ella quien te indique cuándo empezar a darle zumos al niñ@. Normalmente suele ser entre los 4 y los 6 meses, pero nunca serán un sustitutivo de la leche o del agua, sino un simple complemento.
Recuerda que no es bueno que le des zumo a tu bebé cada día; tiene menos fibra que la fruta y más azúcar con lo que no es aconsejable a diario, aunque sea recién exprimido.
Otro aspecto importante, sobre todo en estos primeros meses en el que el desarrollo de las habilidades del bebé están en auge, es que el beber zumo sí lo alimenta, pero no estimula que el niñ@ mastique, caso contrario de la fruta.
Además, abusar de los zumos podría causarle diarrea crónica a tu bebé, sobre todo si hablamos de zumos de manzana o pera, pues tienen demasiada fructosa y sorbitol, tipos de azúcares que el bebé no es capaz de asumir debidamente en su organismo.
La fruta sí es necesaria para tu bebé, pero hazlo de otra forma aunque sea muy cómodo darle el zumo con el biberón. Es decir, al principio puedes darle unas cucharaditas de zumo de naranja con una cuchara, así se acostumbrará al sabor de la fruta. Después ya comenzarás con los potitos que te dará tu médico y luego prueba a chafar la fruta y dársela con la cuchara. Esto no quiere decir que no le des nunca zumo! Recién exprimido mucho mejor!
Vía: Bebés y más