Aunque no lo creamos, los pies de los bebés son una parte supremamente delicada y que mayor cuidado requiere. A pesar de ello, es bastante común que padres y cuidadores escojamos —generalmente por desconocimiento— aquellos más vistosos y con el diseño más bonito sin tener necesariamente en cuenta las características que ofrecen en cuanto comodidad y calidad. Para que esto deje de suceder se recomienda el uso de zapatos de bebé respetuosos. En este artículo te contaremos qué son y cuáles son sus diferencias con el calzado convencional.
Primero lo primero: ¿Qué es el calzado respetuoso?
Lo primero que debes saber sobre este tipo de calzado es que este está diseñado para respetar el crecimiento y desarrollo natural del pie, teniendo especialmente en cuenta que durante los primeros años de vida son los pies las herramientas ideales para que el pequeño se estimule y se conecte con el entorno; entonces, la importancia del zapato respetuoso infantil no solo consiste en proteger el pie del pequeño de laceraciones o daños, sino también el facilitar que la estimulación necesaria se siga dando de manera natural.
De acuerdo con lo anterior, vale resaltar que este tipo de calzado no debe ser, en ningún sentido, considerado como una moda; más bien, se vincula con la necesidad primordial de proteger la salud del pequeño y garantizar un adecuado desarrollo.
En consecuencia, el calzado respetuoso se adapta a todas las etapas de crecimiento del niño, favorece la evolución del sistema muscoesquelético y permite movimientos flexibles.
Diferencias y características principales: zapato respetuoso vs zapato convencional
No podemos negar que muchas marcas de zapatos convencionales para bebés y niños acatan estándares de comodidad y de calidad, sin embargo, entre los zapatos respetuosos y tradicionales siguen existiendo diferencias importantes que vale la pena mencionar. Entre ellas se encuentran:
1. Materiales
En el calzado convencional los materiales suelen ser más rígidos o de tela, lo que aumenta el riesgo de que se deformen con el tiempo o de que no sean lo suficientemente traspirables.
En el caso del zapato respetuoso, estos se hacen con materiales más flexibles y adaptables, como el cuero suave.
2. Niveles de sujeción
Otra de las diferencias clave entre el calzado respetuoso y el convencional es que en el primero se prioriza la adecuada sujeción del pie; esto se hace implementando cierres con velcro u otros materiales que den autonomía y adaptabilidad.
Por su parte, los convencionales implementan cordones o modelos completos. Son elementos que pueden hacer que los niños se enreden o tropiecen mientras están en movimiento. Además, tienden a soltarse con facilidad, lo que aumenta el riesgo de lesiones.
Vale mencionar, que los zapatos convencionales poseen un contrafuerte rígido que sujeta el tobillo, mientras que los respetuosos no cuentan con este elemento y dejan el tobillo libre.
3. Comodidad y espacio de la puntera
Ahora bien, los calzados convencionales ofrecen punteras con diferentes formas, aunque las más tradicionales son aquellas redondas. Sin embargo, este tipo de puntera hace que los dedos queden demasiado apretados, lo que va a molestar al niño y dificultará su movimiento.
En cambio, los zapatos respetuosos vienen con una puntera ancha, que deje mover los dedos con libertad; cuentan con una horma anatómica.
4. Plantilla en el calzado
Otro de los elementos fundamentales a considerar es la plantilla. Lo ideal es que esta sea completamente plana, sin formas o interferencias. Tampoco debe dificultar el conocer la medida del calzado, por lo que debería ser extraíble.
Muchos de los zapatos convencionales no responden a estos requerimientos y, por el contrario, ofrecen plantillas con elementos anatómicos y que no son extraíbles.
5. ¡No te olvides de la suela!
Como última de las principales diferencias entre el calzado respetuoso y convencional se menciona a la suela. En el primer caso, esta es flexible, antideslizante, completamente plana y fina.
En el segundo caso, las suelas vienen acompañadas con tacón elefante y con diferentes tipos de grosor. Además, tampoco cuentan con elementos de sujeción o agarre a la superficie.
A modo de conclusión vale resaltar que el no uso de un calzado respetuoso puede generar alteraciones como pies débiles, hipotónicos o extremadamente planos; además, se puede generar atrofia en los dedos y tobillos sin fuerza.
Y tú, ¿ya habías escuchado sobre este tipo de calzado? ¿cuál crees que es su mayor ventaja? ¡Te leemos!