Cuando oímos la palabra “cáncer” solemos quedarnos un rato en silencio sintiendo todo su peso. Tenemos la concepción de que hasta allí llegaron las posibilidades de una vida normal, que la lotería ha sacado un número desafortunado, porque pasa totalmente al azar, sin que pueda prevenirse, pero… nada más erróneo que pensar que nuestras metas o sueños terminan allí, incluso esos relacionados directamente con nuestro cuerpo como ser madre y disfrutar de tu embarazo semana a semana, de manera normal.
En España, cada día aumenta la cantidad de mujeres en edad reproductiva que desarrollan cáncer de mama, sin embargo, también es cierto que estas tienes un 87 por cien de posibilidades de supervivencia, ¡Una tasa súper alta! La continuidad de la especie humana es un tema de importancia para la ciencia, en especial en países como los europeos, donde cada vez es mayor la edad a la que las personas deciden tener bebés, por lo cual hoy, con toda la tecnología a nuestro alcance, existen opciones seguras para que puedas tener bebés con normalidad luego de haber superado el cáncer ¡Sigue leyendo y entérate de cómo y por qué!
Quedar embarazada tras superar un cáncer: una posibilidad real
Hace un tiempo que superaste e cáncer y ahora eres una persona sana, de pronto notas que tienes un retraso con tu período y descubres que estás embarazada, algo que no creíste que podría suceder después de haber pasado por la quimio y la radioterapia; o tal vez tú y tu pareja llevaban tiempo intentándolo y ¡Pum! Tanta perseverancia dio un feliz resultado. Es normal que sientas dudas acerca de si será seguro para ti y para tu bebé seguir con el embarazo, por lo cual lo primero que debes saber es que haber tenido cáncer no es un impedimento para que lleves a cabo un embarazo sano y exitoso, así que deshazte de las malas vibras y disfruta de la experiencia.
Mientras el cáncer no afecte a tu útero, tus posibilidades de ser madre siguen allí (e incluso en este caso el resultado puede variar y darte una sorpresa agradable). A continuación te dejamos algunos datos y consejos al respecto:
1. Si estás en tratamiento para el cáncer, debes saber que no matará a tu maternidad, sino a la enfermedad. Sin embargo, es importante saber que existe la posibilidad de que la quimioterapia afecte a tus ovocitos o adelante la menopausia por lo que, solo por precaución, es bueno que congeles tus óvulos antes de comenzar el tratamiento, de esta manera podrás seguir tu tratamiento tranquila, sabiendo que allí hay un plan b que te permitirá cumplir tus deseos en caso de alguna eventualidad.
2. No tengas miedo de hacerle saber a tu oncólogo/a tus deseos de ser madre, como especialista podrá orientarte mejor e, incluso, hacerte saber de opciones “más naturales” con las que puedan trabajar. Asesórate, pregunta todas las dudas que te surjan y verás cómo enfrentas el tratamiento con mayor tranquilidad, lo cual es fundamental para tu rápida recuperación.
3. Si acabas de terminar un tratamiento exitoso contra el cáncer y quieres ser madre, consulta con tu ginecólogo/a y tu oncólogo/a sobre si ya es el mejor momento para ponerte manos a la obra junto a tu pareja. No te desesperes si se tardan un poco en concebir, pues solo hablamos de problemas de fertilidad luego de un año intentando concebir sin éxito, es decir: vas a tener 12 meses para tratar, tratar y tratar y, en caso de que no funcione, aún tienes muchas opciones.
4. Existen varios proyectos de investigación en España que pueden ayudarte a concebir luego de haber superado un cáncer, infórmate acerca de ellos y ponte en contacto para ver qué opciones pueden ofrecerte y si te sientes a gusto con su propuesta. Muchas mujeres en tu situación han podido concebir así en España.
5. Si te acabas de embarazar y tienes miedo de que tu tratamiento contra el cáncer pueda afectar al desarrollo de tu bebé en un futuro, despreocúpate: la radioterapia y la quimioterapia no cambian tu información genética, por lo cual los genes que hereda tu bebé no sufrirán daño alguno ni le traerán enfermedades producto del cáncer o de su tratamiento.
6. Asiste a consulta regularmente: tanto a aquellas que te corresponden por control de embarazo como a cualquiera que pueda haber sido programada por tu especialista oncológico. No te alarmes, esto no quiere decir que vayas a necesitar más pruebas que durante un embarazo normal, simplemente te recomendamos que cumplas con asistir a las consultas programadas para que puedas estar al tanto del estado de tu embarazo, como cualquier otra madre debe asistir a su control regular. Esto te dará más tranquilidad.
Pero lo más importante es mantener una actitud positiva y sentirte acompañada. ¡No estás sola! Tu pareja, tu familia, tus amistades estarán allí para ti. Continúa tu vida con normalidad, el cáncer es solo una etapa (que debes tratar, por supuesto) pero, mientras se diagnostique temprano y sigas el tratamiento, no tienes que temer ni por tu vida ni por tus sueños de formar una familia. ¡Tú puedes!