En España podemos acoger a niños bajo cuatro clases de regímenes que llevan las instituciones; acogimiento familiar simple, preadoptivo, permanente y familias voluntarias. Llegó el verano y con él una gran oportunidad para muchos niños porque pueden ser acogidos por familias españolas, algo muy común hoy en nuestros días con niños saharauis, hindúes y de otras nacionalidades. Este gesto permite a los menores la integración en la familia que lo acoge y le proporcionan todo lo necesario para su normal crecimiento como alimentación, educación, sanidad y sobre todo mucho amor durante el período de acogida.
Es una experiencia muy enriquecedora para ambas partes. Muchos niños y niñas proceden de lugares donde lo que consideramos más sencillo es para ellos un lujo y además entre papás y mamás de acogida y los niños se crean unos fuertes lazos de unión, lo que requiere una preparación psicológica.
¿Qué tipos de acogida hay?
En España, como comentábamos, podemos acoger a niños bajo cuatro clases de regímenes que llevan las instituciones:
- Acogimiento familiar simple – En este caso la familia acoge al pequeño o pequeña de forma temporal, donde no puede vivir con su familia biológica en determinado momento dado que puede haber alguna clase de problema como trasfondo. En este caso, la acogida finaliza cuando el pequeño pueda regresar tranquilamente a su hogar, no habiendo un tiempo mínimo de acogimiento, aunque no suele extenderse demasiado.
- Acogimiento familiar permanente – Este caso se da cuando el niño o niña no pueden volver con su familia y no se sabe si podrá volver en un corto periodo de tiempo, aunque suele ser más. En esta clase de acogimiento puede prepararse un régimen de visitas con sus padres biológicos.
- Acogimiento familiar preadoptivo – Está ligado directamente con una adopción final. Los requisitos a cumplir son determinados por cada Comunidad Autónoma, no en todas son iguales. Se pide un mínimo de edad, estabilidad laboral y financiera y se realizan diferentes estudios sobre la familia interesada para saber si realmente son idóneas o no.
- Familias voluntarias – Es uno de los casos más extendidos. Se trata de familias que acogen o bien durante los fines de semana o bien durante las vacaciones de verano a niños que suelen vivir en centros o residencias, tanto en España como fuera de nuestras fronteras.
En cualquier de los casos hay que decir que prácticamente cualquier persona o núcleo familiar tiene la posibilidad de participar en estos programas. Las Comunidades Autónomas tienen su propia normativa, por lo que es necesario realizar una consulta para saber cuáles son los requisitos pertinentes.
Se realiza un proceso de selección así como formación y también valoración de los padres de acogida que permitirá saber si la experiencia tendrá éxito o no. Además en todo momento se cuenta con todo el soporte y asesoramiento de profesionales que realizan un completo seguimiento del acogimiento para que todo salga como se haya planeado.
Antes del acogimiento se suele realizar un curso preparatorio con sesiones de formación permanente teniendo en cuenta que acoger a un niño no es algo sencillo, hay que demostrarles cariño, generosidad y solidaridad, y no todo el mundo puede o saber cómo hacerlo. Además, algunas Comunidades Autónomas ofrecen alguna clase de compensación para que la carga económica no sea demasiado alta, porque el acogimiento, se quiera o no, conlleva ciertos gastos, pero la recompensa es verdaderamente fantástica.