El masaje Shantala es un tipo de masaje con miles de años de historia. Es una técnica de masaje infantil de origen hindú que nos puede servir de gran ayuda para calmar a niños recién nacidos, favorecer su correcto desarrollo e incrementar los vínculos con nuestro bebé. Hoy vamos a detallar el paso a paso para poder iniciarnos en la práctica de esta técnica con nuestros niños.
Es un tipo de masaje que surge de las caricias que de manera espontánea las madres propinan a sus hijos ¡Vamos allá!
Se ha demostrado que este tipo de masaje además de potenciar el lazo entre padres e hijos, también es recomendado ante casos de bebés prematuros o de bajo peso, ya que este tipo de masaje potencia la ganancia de kilos.
El hecho de que el progenitor pose su mano sobre el cuerpo del bebé y lo masajee, hace que el bebé experimente una serie de corrientes neuronales que provocan una estimulación del Sistema Nervioso Central (SNC), motivando así el desarrollo de determinadas capacidades.
Para poder llevar a cabo este masaje de manera correcta, es necesario que el bebé se encuentre sin ropa, motivo por el cual debemos optar por un lugar cálido, libre de corrientes de aire para que el bebé no experimente frío. Para facilitar los movimientos del masaje, nos podemos ayudar de algún tipo de aceite esencial como por ejemplo el aceite de almendras dulces, que tiene propiedades hidratantes y es apto para aplicar sobre las delicadas pieles de los más pequeños. Cualquier aceite o crema infantil hipoalergénica puede servirnos.
¿Cómo se hace un masaje Shantala?
Comenzaremos poniendo al bebé boca arriba sobre una toalla y extenderemos crema sobre nuestras manos. En este masaje se comienza por las plantas de los pies, recorriendo el empeine, los deditos y también los tobillos, siempre con cuidado. Esto favorece el desarrollo óseo del pequeño.
Las piernas también deben ser masajeadas con movimientos de abajo arriba y viceversa, rectos y circulares que harán que se active la circulación. La zona del estómago aún es delicada dado que el pequeño no tiene formado el sistema digestivo y la formación de gases es muy normal, por ello masajeando suavemente en círculos conseguiremos evitar la acumulación de gas, favorecemos la digestión y prevenimos el estreñimiento.
Los brazos reciben el mismo masaje que las piernas, movimientos hacia abajo y arriba intercalando movimientos circulares. En la espalda los movimientos pueden ser desde el culito hasta el cuello o desde el cuello hasta las piernas. Esto hará que sus músculos se relajen, se fortalezcan y favoreceremos el control de su cabeza con el cuerpo. Además de las manos podemos utilizar una pequeña pelota de goma, lo que hará que su sentido del tacto se vea muy estimulado.
Entre otros muchos factores beneficiosos para el bebé, este masaje ayuda a que el bebé crezca sano, fortalece y tonifica los músculos del recién nacido, es positivo para el correcto desarrollo de la inteligencia, favorece la conciliación del sueño, combate los cólicos, favorece el desarrollo del aparato digestivo y respiratorio del niño y es muy recomendable su uso ante niños con necesidades especiales debido a que produce avances de tipo físico.