Aquí tienes una serie de consejos para preparar el biberón de tu bebé cuando haces uso de leche materna que has congelado previamente.
La leche debe descongelarse dentro de la nevera y no a temperatura ambiente. Si hay prisa, se puede calentar bajo un grifo de agua no muy caliente.
Una vez descongelada, aún puede mantenerse 24 horas en la nevera, pero ya no puede volver a congelarse.
Al descongelarse, la leche se cuartea en capas y la grasa se acumula en la parte superior; por tanto, hay que agitarla muy suavemente, hasta conseguir una mezcla homogénea.
Para calentarla, se puede hacer al baño maría, introduciendo el recipiente que la contiene en otro mayor lleno de agua caliente o poniéndola bajo el grifo del agua. No conviene utilizar el microondas, porque destruye células con propiedades defensivas y no reparte uniformemente el calor, con lo que el bebé podría quemarse.