Un parto es una etapa muy ilusionante para toda mujer que desee la maternidad, pero también genera una serie de dudas e inquietudes, que pueden transformarse en temores. Disfrutar de un embarazo sin complicaciones es el objetivo, sin que haya alguna causa que afecte a la salud del recién nacido o de la madre. Entre los tipos de parto que pueden tenerse, lo ideal para toda mujer, es tener un pacto eutócico. En las próximas líneas te contamos qué es parto eutócico y que factores pueden ayudarte a tenerlo. ¡Acompáñanos!
¿Qué es parto eutócico?
En el mundo de la obstetricia, el término «parto eutócico» se refiere al parto vaginal que procede sin complicaciones, considerado ideal tanto para la madre como para el bebé. Este tipo de parto es el objetivo de muchos profesionales de la salud y familias expectantes, ya que indica un proceso de nacimiento natural y sin intervenciones que podrían generar riesgos adicionales. El parto eutócico ocurre típicamente cuando el bebé está en posición cefálica, es decir, con la cabeza hacia abajo, y logra atravesar el canal de parto de la madre de manera efectiva y segura durante las contracciones.
Para que un parto sea catalogado como eutócico, diversos factores deben alinearse. Primero, la duración del parto debe estar dentro de un rango considerado normal, usualmente no extendiéndose más allá de 18 horas para madres primerizas, y alrededor de 12 horas para aquellas que ya han tenido hijos anteriormente. Además, el proceso debe progresar sin la necesidad de intervenciones significativas como el uso de fórceps o cesáreas.
Desde el punto de vista médico, se espera que durante un parto eutócico, las contracciones sean regulares y eficaces, ayudando al bebé a avanzar gradualmente a través del canal de parto, culminando con el nacimiento del niño seguido de la expulsión de la placenta sin complicaciones.
¿Qué situaciones pueden impedir un parto eutócico?
Una vez que entendemos qué es parto eutócico, es probable que apostemos a éste como la mejor opción para dar a luz a nuestro bebé. Ahora bien, aunque muchas mujeres embarazadas aspiran a un parto eutócico, diversos factores y condiciones pueden complicar este proceso natural, llevando a intervenciones médicas que alteran el curso del parto. Entender estas situaciones puede ayudar a las futuras madres a prepararse mejor y a manejar sus expectativas respecto al nacimiento de sus hijos.
Uno de los principales obstáculos en relación a qué es parto eutócico y cómo materializarlo, es la posición del bebé al acercarse la fecha de parto. La posición ideal para el nacimiento es la cefálica, donde el bebé está orientado hacia abajo con la cabeza primero. Sin embargo, algunos bebés se posicionan de nalgas (pelviana) o transversalmente, lo cual puede dificultar un parto vaginal seguro. En estos casos, los médicos pueden intentar una maniobra externa para reposicionar al bebé o pueden optar directamente por una cesárea para garantizar la seguridad de ambos, madre e hijo.
Otro factor que puede prevenir un parto eutócico es la presencia de condiciones médicas preexistentes en la madre, como preeclampsia, diabetes gestacional o problemas cardíacos. Estas condiciones pueden afectar cómo se maneja el parto, pues pueden incrementar el riesgo de complicaciones que requieren intervención, como inducciones del parto o cesáreas de emergencia. Además, complicaciones como el sufrimiento fetal, donde se detecta que el bebé podría estar en peligro antes o durante el parto, también pueden requerir intervenciones rápidas para asegurar el bienestar del niño.
El progreso del trabajo de parto también juega un rol crucial en la posibilidad de experimentar qué es parto eutócico. Un trabajo de parto que no progresa de manera eficiente, conocido como distocia de parto, puede llevar a la necesidad de intervenciones. La distocia puede ser el resultado de contracciones ineficaces que no facilitan la dilatación adecuada del cuello uterino o el descenso del bebé a través del canal de parto. En algunos casos, el uso de medicamentos para fortalecer las contracciones o técnicas de asistencia como el uso de ventosas o fórceps puede ser necesario, alejando el parto del escenario eutócico ideal.
Estas situaciones destacan la importancia de un seguimiento médico regular y detallado durante el embarazo. El monitoreo permite identificar y manejar proactivamente cualquier condición que pueda impactar el tipo de parto. Para las madres, conocer estos potenciales obstáculos les puede proporcionar una mejor comprensión y preparación para el proceso de parto, permitiéndoles tomar decisiones informadas junto con su equipo médico sobre la mejor manera de recibir a su bebé.
¿Qué hábitos y medidas tomar para tener un parto eutócico?
Una vez que ya sabemos qué es parto eutócico y sus ventajas a la hora de traer a la vida a tu bebé, conviene saber algunas medidas y hábitos que pueden aumentar las posibilidades de tener una experiencia de parto natural y sin complicaciones. Una preparación integral durante el embarazo es clave, incluyendo aspectos físicos, mentales y emocionales.
Primero, es fundamental mantener un estilo de vida saludable durante el embarazo para promover un parto eutócico. Esto incluye seguir una dieta equilibrada rica en nutrientes esenciales que apoyen tanto la salud de la madre como el desarrollo adecuado del bebé. Los alimentos ricos en fibra, proteínas, vitaminas y minerales, como frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras, son especialmente importantes. Además, mantenerse hidratada y evitar el consumo de sustancias nocivas como el tabaco y el alcohol son esenciales. La actividad física regular adaptada al embarazo, como caminar, nadar o clases de yoga prenatal, también es crucial, pues mejora la resistencia y flexibilidad, lo que puede ser de gran ayuda durante el trabajo de parto.
En segundo lugar, la educación prenatal juega un papel vital en la preparación para comprender qué es parto eutócico y cómo atravesarlo. Asistir a clases de preparación al parto puede proporcionar a las madres y a sus parejas información valiosa sobre el proceso de parto, técnicas de respiración, manejo del dolor y posiciones de parto. Estar informados no solo ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, sino que también empodera a las mujeres para tomar decisiones informadas durante el parto. Además, aprender a identificar las señales del inicio del trabajo de parto puede facilitar una respuesta más rápida y adecuada cuando llegue el momento, contribuyendo a un proceso de parto más fluido y natural.
Estos hábitos y medidas no garantizan un parto eutócico, pero sí aumentan significativamente la probabilidad de tener una experiencia de parto lo más cercana posible a lo que muchas futuras madres desean. Mantenerse activa, informada y en comunicación constante con su equipo de cuidado prenatal son pasos clave hacia un parto saludable y feliz.