¿Tu salud está pasando por una mala racha pero temes tomar algo que pueda afectarle a tu bebé? Seguro que has escuchado cientos de veces que durante el embarazo debes abstenerte de tomar cualquier tipo de fármaco, pero esto no siempre es así.
Aunque sí es cierto que es muy importante que los medicamentos te los prescriba un médico y que solo los tomes en caso de ser extremadamente necesarios, administrando la mínima dosis posible, ya que cualquier sustancia que ingieras pasará al feto a través de la placenta y le estarías administrando a tu bebé una dosis de medicamento propia de adultos, lo que podría llevarle a sufrir malformaciones congénitas.
Una situación necesaria sería, por ejemplo, que presentases fiebre alta, ya que esta podría afectarle a tu bebé. Así, entre los medicamentos más seguros (pues recuerda que ninguno lo es al 100%) se encuentran los siguientes:
• Ácido fólico: vitamina B;
• Antiácidos: para el ardor de estómago;
• Clorfeniramina: un antihistamínico;
• Clotrimazol: para tratar los hongos;
• Corticoides tópicos: para tratar enfermedades de la piel;
• Descongestivos: para la congestión nasal;
• Dextrometorfano: para la tos;
• Difenidramina: para tratar el insomnio;
• Fluoxetina: un antidepresivo;
• Hierro: para la anemia;
• Inhaladores: para el asma;
• Insulina: para la diabetes;
• Ibuprofeno: para los dolores;
• Jarabes para la tos;
• Laxantes: para el estreñimiento;
• Loperamida: contra la diarrea;
• Metilcelulos: para el estreñimiento;
• Penicilina: para tratar infecciones bacterianas;
• Polysporin: para los rasguños y cortaduras;
• Simeticona: para los gases, o
• Vicks VapoRub: para la congestión nasal.
Estos son solo algunos de los más frecuentes, aunque existen muchos más. Pero recuerda, antes de tomar ningún fármaco, además de consultárselo a tu médico, observa la categoría de las establecidas por la FDA (Food and Drug Administration) a la que pertenece, divididas en A, B, C, D y X, perteneciendo a la A los medicamentos más seguros y a la X los medicamentos de alto riesgo. Recuerda siempre administrar solo las dosis mínimas y evitar el uso de fármacos en la medida de lo posible.