Una correcta educación desde que el niño es pequeño va a ser decisiva en su carácter y personalidad de adulto, pero ¿qué ocurre cuando la situación se descontrola y somos incapaces de afrontarla correctamente? Para muchos padres la educación de sus hijos se puede convertir en un autentico calvario con continuas rabietas, graves problemas de rebeldía e incluso agresividad. Todo por no haber puesto normas y límites a tiempo.
Por suerte, contamos con la experiencia y los consejos de profesionales como la psicóloga Rocío Ramos-Paúl conocida como Supernanny que nos orienta a través de su dilatada experiencia para conseguir la conciliación paterno-filial por medio de tres simples y básicos conceptos: firmeza, disciplina y amor. Según Supernanny, para que la educación de nuestros hijos sea correcta hay que crear hábitos, saber poner límites y demostrar al niño en todo momento el amor que se siente hacia ellos.
Los padres deben seguir siempre un único criterio para empezar a crear los hábitos y normas que refuercen la actitud correcta de los hijos. Normalmente es la conducta de los padres la primera que hay que cambiar ya que en unas ocasiones se es demasiado exigente mientras que en otras se es demasiado permisivo, dando lugar a que el niño no sepa a qué atenerse y a desorientarlo.
Otro aspecto importante para la educación de los niños es el refuerzo de la conducta positiva mediante estímulos y premios, habrá que ignorar en la medida de lo posible la conducta negativa. En el caso de ser necesario un castigo, este debe de ser inmediato a la acción que se quiera corregir y para que tenga efecto no conviene abusar de ellos, es importante combinarlos con premios o con tareas reparadoras.
Está claro que los niños no vienen con un manual bajo el brazo, pero si somos constantes y demostramos todo el amor que sentimos hacia ellos, la batalla educacional estará casi ganada.