La cuna es el elemento más importante de la habitación del bebé, porque en ella pasa mucho tiempo (especialmente los primeros meses). Es fundamental que la cuna sea segura y confortable, pero también es importante cuidar otros accesorios como el colchón, las sábanas o el edredón.
¿Quieres saber cómo deben ser?
- El colchón: Busca uno que encaje perfectamente en el somier, para que no queden espacios entre los bordes. Además conviene que sea rígido e indeformable (que no significa duro).
- Chichonera: En la cabecera y laterales de la cuna hay que poner un protector acolchado para evitar que el bebé se golpee con los barrotes.
- Sábanas: Deben ser de fibras naturales como el algodón.
- Empapador: Conviene cubrir el colchón con una funda protectora que impida que traspase la humedad si hay escapes del pañal.
- Manta o edredón: Deben ser suaves y ligeros para permitir libertad de movimientos en el bebé. Evita los edredones con lazos o adornos que puedan desprenderse y con los que el niño pueda engancharse.
- Un juguete: Poner un móvil en un lateral es una muy buena idea, porque estimula sus sentidos y le entretiene cuando está despierto. Por contra, no se deben dejar muñecos ni peluches dentro de la cuna mientras el bebé duerme, al menos los primeros meses.
- Almohada: Puede cumplir una función decorativa, pero hay que retirarla cuando metemos al bebé en la cuna, ya que puede asfixiarse con ella.