Si durante el verano, tu bebé sobre un aumento excesivo de la temperatura corporal o lo que es lo mismo, una insolación, debes trasladar al peque a una zona con sombra, tumbarle boca arriba, enfriar su cuerpo progresivamenete con compresas de agua fresca. Si es capaz de beber, ofrécele agua o una solución hidratante. Después de estos primeros auxilios, lo más sensato es llevarle a urgencias.
Notarás que tu bebé sufre una insolación cuando tiene los siguientes síntomas:
- mareo
- sensación de debilidad
- cansancio
- palidece
- piel seca, roja y caliente
Para evitarlo no pongas a tu bebé del sol, es esencial que lo protejas del sol y del calor. Además ofrécele agua, dale un baño para refrescarse y evita que haga esfuerzos o juegue al aire libre en días de mucho calor.