Por ley, los padres pueden cambiar el orden en los apellidos de su hijo si así lo desean, siempre que estén los dos de acuerdo. Para hacerlo, el único requisito es que los dos progenitores acudan juntos a inscribir al niño en el registro civil, y le comuniquen esta decisión al funcionario.
El orden de los apellidos que escojáis para el primer hijo, será el que se siga con los siguientes.
Los padres también pueden cambiar el orden en los apellidos de sus hijos hasta los 12 años de edad en la que se precisaría la aprobación en un expediente registral (competencia del Ministerio de Justicia), en la que se tendría en cuenta ya la opinión del menor.
Una vez alcanzada la mayoría de edad cualquier persona puede cambiar el orden de sus apellidos, presentando una solicitud en el registro civil que le corresponda según su domicilio.