Los viajes al extranjero son poco recomendables durante el embarazo, especialmente en el primer trimestre, por el riesgo de aborto y en el último caso por la posibilidad de un parto prematuro. Para valorar hacer un viaje al extranjero hay que tener en cuenta la situación personal del embarazo, el país al que se viaja y las horas de transporte, ya que puede provocar un gran esfuerzo de adaptación al clima, horario, etc.
A estos problemas hay que sumarle el riesgo de contraer alguna enfermedad, desde la típica diarrea del turista que puede provocar una importante deshidratación del organismo, como enfermedades más graves.
Además para viajar a determinados países, hay que ponerse ciertas vacunas, que pueden estar contraindicadas durante el embarazo. Así por ejemplo antes de desplazarte a Africa tropical, Asia o América del Sur, conviene informarse sobre las enfermedades endémicas en esos países y las vacunas que se pueden recibir o no estando embarazada.
Lo más sensato es que tengas en cuenta el consejo de tu médico para tomar esta decisión.