La placenta previa es una complicación del embarazo que se produce cuando la placenta se instala en la parte baja del útero (en lugar de donde le correponde, la parte superior), ocluyendo total o parcialmente el cuello uterino.
Se trata de una complicación que afecta a 1 de cada 200 embarazos, y aunque grave, en la actualidad el pronóstico es bueno, gracias a que se detecta muy temprano y se controla cuidadosamente.
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Los síntomas de la placenta previa son muy claros, ya que consisten en un sangrado vaginal repentino, abundante y de color rojo brillante, que puede se continuo o parar y volver a empezar. Se da generalmente a lo largo del segundo trimestre o a principios del tercero, aunque en la actualidad se suele detectar antes de que se manifiesten los síntomas, a través de una ecografía.
El tratamiento depende de varias cuestiones como por ejemplo, si se ha presentado ya sangrado o no, la edad del feto, la posición exacta de placenta y feto…
En principio, si no se ha presentado sangrado, el médico suele recomendar descanso en cama, a veces acompañado de medicamentos para evitar un parto prematuro y para ayudar a madurar los pulmones del feto. Una vez que el sangrado se presenta, y especialmente si es intenso, el parto prematuro es muchas veces inevitable, aunque siempre se trata de esperar a que el feto cuente al menos con 36 semanas de vida, hospitalizando a la madre y controlándola constantemente. Por lástima, la placenta previa no es algo que se pueda prevenir de ninguna manera.
Por otro lado, lo más común es que la placenta previa exija parto por cesárea, ya que el canal de parto se encuentra ocluido y un parto vaginal conllevaría hemorragias severas.
Las causas de la placenta previa no están claras, pero se sabe que hay ciertos factores que aumentan el riesgo. Son los siguientes:
- Un útero anormalmente desarrollado
- Muchos embarazos previos
- Embarazo múltiple
- Fumar cigarrillos
- Consumir cocaína
En todo caso si se presenta un sangrado debes acudir inmediatamente al médico. En caso de que sea placenta previa un control médico exhaustivo es esencial para que el embarazo pueda desarrollarse con éxito.