Las pesadillas son muy frecuentes en los niños de entre 3 y 6 años, y en muchos casos se despiertan en medio de la noche aterrados y reclamando nuestra atención. Lo principal en esos casos es mostrarle al niño que estamos ahí y que no pasa nada, que tener malos sueños nos a pasa a todos de vez en cuando, y que eso no quiere decir que nada malo vaya a ocurrir realmente.
Pero a veces eso no es suficiente para que se tranquilice. Te dejo aquí algunos truquillos para que «olvide» su pesadilla.
- Acude rápido a su habitación, pero mantente tranquilo y calmado.
- Hazle reir. Es imposible que sea capaz a la vez de reirse y de estar asustado, pero es importante que no sienta que te estás burlando de sus temores.
- Anímale a crear un conjuro mágico. Repetir unas frasecillas le devolverá a la realidad y le hará sentirse más seguro, anímale a escogerlas por sí mismo.
- Charla con él sobre la pesadilla, explicándole cómo sobreponerse a las cosas que ha soñado (o en caso necesario por qué eso no va a ocurrir en la realidad).
- Ayúdales a crear un final feliz para el sueño: eso les ayudará a «cerrar» ese temor.
- Si te lo pide, quédate con él hasta que vuelva a quedarse dormido.
Para prevenir la aparición de pesadillas (aunque tenerlas es natural y no se puede evitar) conviene que los niños no vean imágenes de violencia en la tele ni en los libros, así como que no haya monstruos, vampiros o personajes que causen miedo. Además, el último cuento de antes de dormir debe ser bonito.
También ayuda hacer cosas que calmen al pequeño antes de irse a la cama, como bañarlo, darle su muñeco para dormir, o cualquier rutina que le haga sentir tranquilo.
¿Tu hijo suele tener pesadillas? ¿Cómo las manejas?