Parto sin dolor: métodos naturales

parto sin dolor

El parto es realmente el problema de muchas embarazadas. Existen métodos naturales y las conocidas anestesias que ayudan bastante en el alivio del dolor en el trabajo de parto. Aquí te explicamos los métodos naturales de control del dolor.

Métodos naturales de control del dolor

Hay ciertas posiciones que se pueden adoptar tanto en la primera como en la segunda etapa del trabajo de parto. Y cada mujer podrá elegir la que mejor le convenga.

  • Fase de dilatación:

En esta fase muchas mujeres precisan caminar, otras prefieren inclinarse sobre la cama o un banco, o bien sentarse en una silla.

A algunas les resultan más cómodas las posiciones del tipo «cuatro patas», en especial si experimentan dolor en la parte baja de la espalda.

Otras prefieren arrodillarse sobre un almohadón o acostarse de costado en una posición semihorizontal con el soporte de almohadas.

  • Fase de pujo o parto:

Las posiciones verticales (en cuclillas o semicuclillas) facilitan la separación de las articulaciones entre los huesos pelvianos, lo cual aumenta el diámetro total de la pelvis.

Si el progreso a la segunda etapa del trabajo de parto resultara lento, cambiar a una posición vertical podría ser muy provechoso. En el momento en que el parto es inminente, es probable que deba adoptar una posición más reclinada con el fin de facilitar el control del mismo.

También la relajación resulta fundamental, ya que su propósito es reducir la tensión muscular y aliviar el dolor y el estrés del parto.

La respiración también resulta importante, por lo tanto el aprendizaje de las técnicas de respiración son muy útiles durante el trabajo de parto. Resulta conveniente que la mujer reconozca la respiración, lo cual significa que debe ser consciente de su ritmo respiratorio normal. Esta forma de atención introspectiva lleva a que la respiración sea más lenta, profunda y rítmica. Familiarizarse con el patrón de respiración normal requiere de práctica, por lo tanto necesitará encontrar un lugar tranquilo, elegir una posición cómoda (excepto acostada boca arriba) y concentrarse en algún aspecto de la propia respiración, que llame la atención, durante un lapso de tres a cinco minutos.