Los niños que acuden a guarderías o grupos infantiles desde edad muy temprana pueden reducir en un treinta por ciento las posibilidades de desarrollar el tipo más común de leucemia, según un análisis divulgado por la Universidad de California, revisaron catorce estudios realizados entre casi 20.000 pequeños, entre ellos 6.108 que desarrollaron leucemia linfoblástica aguda.
La profesora de epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de California, Patricia Buffler, a cargo de este análisis, dijo que la revisión reveló un vínculo entre el contacto social y una reducción del riesgo de padecer la enfermedad.
Una de las teorías es que los menores expuestos a infecciones comunes, sobre todo por interactuar con otros niños, reciben de alguna manera una protección contra la leucemia.
Buffler, cuyo estudio fue divulgado en Londres, dijo que hay dos eventos en el desarrollo infantil que pueden causar el mal: el primero se daría antes del nacimiento y el segundo después de nacer. «No entendemos completamente el mecanismo, pero la información inmunológica indica que hay una fuerte asociación», dijo. Ninguno de los estudios revisados encontró que el contacto social de los niños aumente el riesgo de desarrollar leucemia infantil.
Algunos expertos señalaron que si el sistema inmunológico no es expuesto desde edad muy temprana, puede tener una «respuesta inapropiada» a las infecciones más adelante, lo que puede dar paso al desarrollo de la leucemia más común entre los pequeños.