Los juguetes constituyen una fuente de estimulación durante el crecimiento del niño, favoreciendo el desarrollo de las funciones psíquicas, físicas, afectivas y sociales del niño, pero además, según muestran recientes estudios, a la hora de su elección hay que tener también en cuenta el color ya que puede influir en el temperamento y personalidad de los niños.
- Los juguetes rojos generan dinamismo e incitan al movimiento en los niños y, por ello, se recomiendan para niños más bien tranquilos que necesitan actividad.
- Los de color azul favorecen la relajación y ayudan a dormir y se aconsejan a niños activos e irritables.
- Los juguetes amarillos mejoran la concentración y ayudan al desarrollo de la inteligencia. Adecuados para niños con dificultades de concentración
- Los de color naranja denotan alegría y fomentan la actividad. Perfectos para los que pequeños que pasan por una etapa de cierta tristeza.
- Los de color blanco parece que promueven el descanso y la relajación.
Por otra parte, lo expertos recomiendan a la hora de elegir el juguete, además del color, tener en cuenta la edad de los niños para elegir aquellos que más se ajusten y ayuden a estimular cada una de sus capacidades.
En los primeros años de vida y para motivar la afectividad del niño se aconsejan juguetes como muñecos, ositos y otros animales. Para estimular su motricidad, juguetes como pelotas, bicicletas coches con pedales, juguetes de construcciones».
Asimismo, para estimular su sensibilidad y expresión hay que proporcionar a los niños juguetes musicales, sin olvidar aquellos que se puedan montar y desmontar o de preguntas y respuestas que estimulan su capacidad mental (de cuerda, viento o percusión).