Una de las primeras actividades que enseñamos a nuestros hijos es a pintar. Sólo necesitas unas hojas de papel y lápices de colores, enseñarle cómo sostener éste último y adelante! Los niños no se cansan de pintar; al principio solo son garabatos sin sentido pero cuando sus habilidades avanzan empiezan a aprender formas y relaciones y hacen sus propias creaciones: dibujos que tú puedes interpretar para saber cómo se siente!Los dibujos se utilizan para diagnósticos psiquiátricos y en tratamientos psicológicos y así como la escritura automática los dibujos de los niños, normalmente no planeados, nos dan información sobré qué es lo que pasa por su mente; sus deseos, expectativas, sus miedos y sus ilusiones.
Si estás bien atent@ al avance de sus grabados podrás descubrir cómo va tu hij@ evolucionando mentalmente y descubrirás más rápidamente cuáles son sus necesidades o si hay algún aspecto en que tu puedes ayudarlo. Y es que los más pequeños no saben expresarse cómo los adultos y muchas veces no nos damos cuenta!
Los niños crecen físicamente y maduran mentalmente consiguiendo poco a poco habilidades que los hacen cada vez más «mayores». Pero aprenderán a dibujar (muy probablemente) antes de aprender a hablar propiamente, así que aunque para ti sea una forma de mantenerlos entretenidos y para ellos sea divertido debes ser consciente de que también es una forma de comunicacion!
Estate atent@ porque aprenderás mucho y será muy útil para favorecer vuestra relación si tras interpretar los dibujos los comentas con el/ella y le haces preguntas. Imagina que dibuja a la familia pero falta algún miembro…por qué? Tal vez esté enfadad@ con esa persona o no le guste por algún motivo…descubrirás un montón de cosas y fortalecerás el vínculo!